Tiene sólo 22 años, pero en el campo muestra la sobriedad y la tranquilidad de un veterano que tiene varias batallas sobre sus espaldas.
Mauricio Nicolás Galván es un “relojito” en el medio de Villa Mitre. No sólo por su regularidad sino también porque dijo presente en casi todos los juegos de esta temporada. El volante central surgido en las divisiones inferiores de San Juan firmó la planilla en 27 de los 28 juegos que los taficeños disputaron en el Anual.
Vive una de las semanas más especiales de su vida. Es la primera vez, en sus seis temporadas en Primera, que será protagonista de una final de la Liga Tucumana. “Cuando uno empieza a jugar, siempre sueña con poder disputar este tipo de partidos. Dios quiso que mañana pueda cumplir ese objetivo. Estoy muy contento, al igual que toda mi familia”, dijo el hijo de Mauricio Galván, entrenador que en su época de futbolista se desempeñó en su mismo puesto.
A pesar de lo inédito de lo que le toca vivir por la revolución que se vive en Tafí Viejo, quiere mantener la tranquilidad. “Sabemos que estamos en condiciones de coronar de la mejor manera todo lo que hicimos hasta acá. Observar la ansiedad con que el taficeño está viviendo esta previa a la gran final es motivante. Es normal que ello ocurra, porque es la primera vez que un equipo de la ciudad llega a un partido decisivo en este torneo”, aseguró.
Galván es un volante con mucho panorama que confiesa que con los consejos que le dio el técnico Gustavo García fue puliendo su forma de jugar. “Me enseñó a manejar los tiempos y a saber cuándo le debo adosar dinámica a mi juego”, concluyó.